En la completa vitalidad de su juventud, El gran lago comprende tareas de altísimo calibre. Así, para el 14 de noviembre pasado, lanzaron en sus redes (YT y BC) Cuando todo termina, un EP, resultado de dos años de procesos profundos.
Estoy-peleado-con-“tener-un-norte”-así-que tener un objetivo,en las crisis sucesivas que afrontamos, tanto individuales y colectivas, es una meta en sí. Es una virtud que sabe cosechar la banda, junto al esmero y la precisión.
En tan solo unos años lograron hacerse de herramientas, creatividad y contenido, conquistando buena parte del público local e independiente.
El nuevo material de la banda Cuando todo termina, presenta dos canciones que contemplan y reflejan parte de lo que venía contando: un crecimiento emocional, integral, ideológico.
Su primer canción, homónima, oficia de lado-A-virtual: lo que golpea es el ritmo, las repeticiones, la alegoría a lo electrónico desde el lado posiblemente más orgánico.
Todo éso con un andar a trote medio, seguro. Incluye secciones que captan la atención para luego abandonarnos. Ideal subte, tren, bici.
Con un espíritu más ligero, aparece El Camino. Presumo que su nombre se debe al canal que conecta su primer ep con éste. Lo ubico ahí porque tiene lo mejor de ambas partes.
Bailar puede ser muy conveniente. Pero sobretodo estar en movimiento.
Ésa es la propuesta general de la banda actualmente. El dinamismo de un grupo de trabajo y sus relaciones pueden ser tan provechosas como fructíferas.
No tengo más esdrújulas pero sí aclarar que la escucha del ep les va a parecer corta y van a querer más. Por suerte, esperamos para navidad (?) otro material, complementario o no, de El Gran Lago para agotar nuestra ansiedad.